La Iglesia de la Inmaculada Concepción de Ricaurte, con más de 160 años de historia, es uno de los templos más representativos de la región y un escenario único para dar el “sí, acepto”, pues cuenta con la certificación oficial para matrimonios católicos, un privilegio que pocas haciendas ofrecen en Colombia.

Su origen se remonta a la antigua Hacienda Peñalisa, donde se construyó como capilla en tiempos coloniales. Hoy, su arquitectura conserva la esencia del pasado: ventanas altas que iluminan con suavidad, arcos elegantes que envuelven cada paso y una imponente estructura de madera reforzada con acero traído desde Inglaterra en el siglo XIX, testigo silencioso de tantas historias de amor y de fe.

La fachada, con su portón en madera maciza tallado en árboles nativos, abre la puerta a un espacio lleno de simbolismo, tradición y encanto.

Con capacidad para 200 invitados, la iglesia ofrece una atmósfera íntima y solemne, donde la música sacra o en vivo resuena con una acústica perfecta, elevando cada emoción. Y a pesar del clima cálido de la región, en su interior se disfruta de un ambiente fresco gracias a la altura de su construcción y al apoyo de ventiladores industriales que garantizan comodidad para todos.

Casarse aquí es mucho más que una ceremonia: es un encuentro con la historia, la espiritualidad y la belleza de un lugar que convierte el inicio de la vida en pareja, en un recuerdo eterno.

Y lo mejor es que tendrán la tranquilidad de celebrar tanto la ceremonia como la fiesta en el mismo lugar, sin desplazamientos, para que solo se concentren en vivir el momento.